Antaño era la sastrería la que hacía la moda, hoy en día, por desgracia o por suerte, tener un producto de alta calidad ya no es suficiente. Entonces, ¿cuál es el secreto para crear algo bello y al mismo tiempo actual, mordaz y vendible? Tener la idea correcta en el momento adecuado, en primer lugar.
Incluso si todos los factores externos son favorables, no se puede hacer buena una idea que no lo es y, en el mejor de los casos, lo que hagas pasará desapercibido. Otro error que hay que evitar es tener una idea demasiado innovadora y adelantada a su tiempo, que casi nadie pueda entender y apreciar.
Evidentemente, también es contraproducente llegar demasiado tarde, porque en ese momento uno no puede hacer otra cosa que ponerse a la cola de sus competidores y esperar, con un poco de suerte, hacerse notar. Trabajar en nuevos proyectos siempre tiene un alto coste en términos de tiempo y recursos, es esencial canalizar bien todos los esfuerzos en este sentido.
En los últimos diez años, Internet y las redes sociales han cambiado profundamente el mundo de la modaYa no es un mundo aparte, místico e inaccesible para el consumidor final. En la era de la web 2.0, todo el mundo puede saberlo todo sobre cualquier cosa, y no es tan extraño que se revelen secretos largamente guardados y es un momento especialmente propicio para la aparición de nuevos artistas.

A menudo, los grandes diseñadores se han pronunciado sobre las tendencias, declarando que seguirlas mata la creatividad y la originalidad. Pero, ¿es realmente así? Y sobre todo, ¿qué se entiende por tendencia? Una tendencia es, ante todo, una cuestión de oportunidad y sensibilidad, y de entender los gustos de su público objetivo e interpretarlos de forma original para crear algo nuevo.
¿Cómo sobrevivir en esta jungla de información? Estando siempre atento a los deseos e inquietudes del nicho de personas que le interesan, y tratando de captar mensajes del mayor número posible de canales con los que contaminarse.
A lo largo de los años, he escrito sobre moda, entretenimiento, cine y fotografía, y al hacerlo me he dado cuenta de que cómo la fortuna de un artista depende sobre todo de lo bien que sepa interpretar el espíritu de su tiempo. Y todos estaremos de acuerdo en que la moda también es un arte por derecho propio.

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