En los últimos diez años, la red se ha poblado de numerosos blogs de modatratando los temas más variados en los estilos más variados, desde La ensalada rubia a la bloguera provinciana, que se fotografía luciendo conjuntos improbables en lugares igualmente improbables (balcones desordenados, bodegas con salchichas colgando, probadores de Zara poblados de bolas de polvo...).
La digitalización y la globalización han hecho que todo el mundo pueda saberlo todo sobre cualquier tema, así que es normal que todo el mundo quiera destacar intentando parecer más entendido, brillante y original. Así nacieron los blogs: primero como poco más que diarios personales, después como espacios donde los apasionados de la moda se expresaban comentando desfiles, noticias y novedades o colgando fotos de sus outfits.
Hay diferentes tipos de blogs de moda. Algunos se centran en un único tema, por ejemplo los bolsos o los zapatos o una ciudad (Mi pequeño París), otros tratan más temas que van desde la música al estilo de vida (Alta Snobiety, revista nss). Los más populares en los últimos años son los blogs de streetstyle (The Sartorialist, Facehunter). Si bien este fenómeno está haciendo más accesible el mundo de la moda, también está empañando su encanto exclusiva, precisamente porque es inalcanzable.

La calidad de un blog de moda depende sin duda de lo bien editado, actualizado y con contenidos de calidad que estéPor lo tanto, también depende de los conocimientos que tenga realmente el bloguero sobre el tema en el que quiere aparecer como experto.
La mayoría, para ser sinceros, no escriben nada especialmente original o emocionante, y no se diferencian en nada de los demás, entre otras cosas porque a menudo desarrollan sus temas de forma precipitada y superficial.
Los mejores blogueros de moda nos muestran que menos es más, y que el minimalismo y la moderación son sus puntos fuertes. Un diseño ordenado y limpio y fotos con buena definición son sin duda otros elementos que contribuyen a dar un aspecto profesional al blog ya de un vistazo rápido.
Y, por supuesto, el contenido debe ser de calidad, es decir, interesante para el público elegido, lo más preciso posible y en absoluto copiado de otros sitios web.
En resumen, como en la moda, el secreto del éxito es la calidad más que la cantidad, el ser más que el parecer.

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